El Reiki es una terapia alternativa que consiste en la transferencia del ki o energía universal a través de las manos del reikista que se colocan a pocos centímetros del cuerpo del receptor. La terapia ayuda a aliviar malestares y dolor, así como relajación profunda y bienestar. Es una excelente herramienta complementaria para pacientes de cáncer, enfermedades del corazón, ansiedad, depresión, dolor crónico, infertilidad, desórdenes neurodegenerativos, autismo, enfermedad de Crohn, síndrome de fatiga y un sinfín de males. También asiste en cualquier proceso espiritual. La terapia puede ir acompañada de cristaloterapia, cromoterapia, aromateriapia y musicoterapia. 

 

Durante la sesión no se toca al paciente con contadas excepciones para aplicar acupresión. La persona está acostada en una camilla con luz tenue y música suave. Sobre varias partes del cuerpo se colocan cuarzos, según sea necesario. La terapia tiene una duración de 45 minutos y puede repetirse mensualmente o semanalmente, dependiendo de la condición a trabajar. Se recomienda estar bien hidratado al momento de recibir Reiki.

 

El Reiki es un método de sanación energética milenaria originaria de Japón que trabaja el aura y los centros energéticos del cuerpo o chakras para armonizar cualquier bloqueo en el flujo de energía en el campo áurico de la persona, evitando así enfermedades y malestares o ayudando a aliviar las existentes. El monje budista Mikao Usui desarrolló la técnica conocida hoy en día de Reiki a finales del siglo XVIII, la cual se difundió a Estados Unidos a través de Hawaii en los años 1940 y luego a Europa en los 1980.  

 

Laura Kryshtar se formó como Reiki Master con Daisy Rodríguez de la escuela Serenity en La Geoda en Guaynabo, Puerto Rico. Desde entonces ha asistido a personas en su proceso de sanación con padecimientos de cáncer, enfermedades cardíacas, ansiedad y estrés para alcanzar un mayor bienestar.